domingo, 24 de agosto de 2008

Sobre sus hombros... toqué el cielo de su misterio...



Me fuí decidida a no llorar a ese lugar.

Caminé con la guitarra al hombro y con las manos heladas.
Cansada y con ganas de comer.
Llegué, y me paré frente a su lugar de descanso, observé, suspiré y le hablé.
Esperaba que llegara la otra gente,mientras yo no para de mirarlo.
Su cara puesta en una foto me tentaba a llorar.
Con un frío que rompía almas... Mas la mía.
Recordaba como él solía ser conmigo, con nosotras en general, pero hablo por mí.
Su sonrisa llena de misterio, que a esa edad yo no veía nada mas que unos dientes blancos y labios estirados para mí.
Sus brazos que daban seguridad...
Su estatura me llamaba la atención, él me llevaba al mejor de los cielos arriba de sus hombros.
Acariciaba las nubes al elevarme.
Y me lanzé a llorar, ya no había motivo para no hacerlo...
Las cosas se tornarían tan distintas con él aquí.
Pero no puedo hacer nada, mis brazos no lo pueden alcanzar.
Y no logro acabar con los deseos de tenerlo aquí, ni de procurar su sonrisa para alumbrar mis días oscuros.
Yo lo necesito, y muchos más lo necesitan también.
Desde que el no está, tenemos un forado en el corazón, y aunque lo tapemos con un poco de ropa, ahí está, tan profundo como siempre.
Y qué mas dá, el tiempo no se detubo, y no se dentendrá ahora.
Soy una más, de esta zarpa de gente que te extraña.
Que te necesita y te anhela cada día.
Que no logramos borrarte niun día de nuestras vidas.
La soledad nos invade,tu ausencia nos penetra, y las ganas de escaparnos a tu cielo se vuelve incontenible.
Viajas en nuestros recuerdos más vivos, aparácete, y deja de hacerme escribir sobre tí.
Aparécete y elevame a tocar las nubes.
Dame tu sonrisa inconfundible, quiero ver tu cabeza por sobre la multitud y saber que ahí estás.
Llévame a comprar los dulces más baratos del negocio de alfrente, llévame a disfrutar el aire del día, llévame al camino de tu corazón, llévame una vez más a la infancia que tengo amarrada a mi alma, llévame y no te vayas más...
llévame y no te vayas nunca mas de nosotros.












Para El Inolvidable, para tí, que me haces tanta falta.
Para tí, Tío.

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