lunes, 22 de septiembre de 2008

Mar de silencios






Como odio hundirme en mi mar de silencio.
Mi boca dibujé
Y Mi boca borré.
Mi boca dirigiéndose a la tuya, se evaporó en cosa de segundos.
Mis palabras se fueron tan lejos, que ni mis brazos las puedieron alcanzar.
Miraste mis ojos de resignación, y tomaste distancia.
Considerable distancia de tu boca a la mía.
Ya estaba perdida.
El paisaje se desvanecía a mis espaldas.
Tus ojos decididos terminaron por derrumbarme.
No había esperanza en mi sentir.
No existian más que tus palabras vaciadoras de alma.
Desnuda, mi cuerpo a la interperie.
Frío que cautelosamente se llevaba mi ser.
Tenías estrategias, y yo, no tenía más que las palabras ya evaporadas.
Ni mi reflejo se hacía presente.
Mi fina sombra tomaba rumbo antes que yo.
Me fuí y me escondí.
Cansada.
Determiné mi destino.
Tomé fuerzas ficticias porque reales ya no existían.
Me prometí no procurar mas sus besos experimentados.
Ni que sus ofensas dejen rasguños imborrables en mi mente frágil.
Nada más.
Nunca más.



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